• Nombre genérico: Iguanodon ("Dientes de iguana").
• Tipo de especie: * I. bernissartensis (Mantell, 1825).
• Longitud: De 6 a 11 metros dependiendo de la especie. Como media unos 9. metros.
• Altura: 5 metros aproximadamente.
• Peso: 5 toneladas aproximadamente.
• Edad: 150-100 millones de años (Jurásico superior al Cretácico inferior, concretamente desde el Kimmeridgiense al Albiense).
• Lugares donde se han encontrado: Bélgica, Alemania, Inglaterra, Rumanía, España (Europa), África del norte, Estados Unidos y posiblemente también en China.
• Alimentación: Herbívoro.
Su nombre se debe al parecido que tienen sus dientes con los de una iguana actual. Es uno de los tres primeros dinosaurios descritos y reconocidos como tales (los otros dos fueron el Megalosaurus y el Hylaeosaurus).
Sus primeros restos se encontraron por el año 1809, pero no fueron clasificados como tales. En 1822 la esposa de Gideon Mantell, la señora Maria Mantell, encontró varios dientes y huesos en Sussex, Inglaterra. El nombre de Iguanodon le fue dado por Gideon A. Mantell en 1825. Mantell reconoció la semejanza entre el diente del Iguanodon y el de la iguana moderna. Es uno de los dinosaurios más abundantemente y mejor representados en multitud de yacimientos, centenares de fósiles de Iguanodon se han encontrado en todo el mundo, especialmente en Bélgica, Inglaterra, Alemania, África del norte, y los E.E.U.U. La especie del tipo Iguanodon bernissartensis, recibió el nombre gracias a Boulenger y Van Beneden en 1881.
El primer fósil fue descubierto antes de que se conociera la existencia de los dinosaurios. En aquella época los científicos tuvieron que decidir el tipo de animal que era y a qué se podía parecer, y llegar a estas conclusiones implicó un trabajo duro. No había libros ni dibujos de dinosaurios, por lo que no es de extrañar, pues, que sus ideas nos parezcan raras. Para tener idea de cómo era, los científicos compararon los restos de los fósiles con animales vivos. En 1834 Mantell recibió parte de un esqueleto que todavía estaba en la roca. Después de estudiar el fósil, dibujó la figura del animal tal como se lo imaginaba, y cometió muchos errores, entre ellos el mas conocido, fue el de situar el espolón de su mano en el hocico de el Iguanodon. Richard Owen, el padre de la palabra dinosaurios, sabía mucho sobre animales y usó estos conocimientos para reconstruir el aspecto de los dinosaurios. Sus ideas de cómo era el Iguanodon diferían de las de Mantell. El dinosaurio de Owen tenía algunas partes tomadas de un cocodrilo, y otras más parecidas a las de un elefante o un hipopótamo, pero el espolón de las manos seguía todavía en el extremo del hocico. De hecho algunas esculturas echas basándose en los modelos de Owen, puedes ser aun vistas en algunos museos de Inglaterra.
El descubrimiento más espectacular de este tipo de dinosaurio, se llevo a cabo en 1878, en las profundidades de una mina de carbón, en Bernissart (Bélgica). Un total de más de 25 esqueletos completos o casi completos fueron extraídos y llevados a la superficie. El encargado de organizar el trabajo, fue el paleontólogo Louis Dollo. Este descubrimiento produjo un gran cambio en la forma de dibujar este dinosaurio ya que durante 25 años perduró la idea de Richard Owen como una criatura parecida a un robusto rinoceronte y con el espolón en el hocico. Tres años se tardó en desenterrar los esqueletos. Dollo fue capaz de descifrar muchos secretos en torno a este dinosaurio, incluyendo dónde estaba realmente situado el cuerno del hocico, esto hizo que se creara una nueva imagen de este dinosaurio, totalmente distinta a las anteriores. Ya no parecía un lagarto o un rinoceronte, ahora el Iguanodon de Dollo era gigante, estaba en posición erecta y caminaba sobre dos patas, el cuerno del hocico pasó a ser un gran espolón situado en las patas delanteras. Dollo suponía que el Iguanodon usaba la cola para sostenerse cuando se erguía sobre las patas traseras a fin de llegar a las ramas más altas. Esta imagen de un Iguanodon bípedo cambio cuando el paleontólogo David Norman llego a la conclusión, tras estudiar minuciosamente los esqueletos del Iguanodon, de que era un animal más bien cuadrúpedo. David Norman tuvo varias pistas que lo llevaron a esta conclusión. Estas pistas se verán más extensamente en el apartado locomoción.
El cráneo de Iguanodon es alto y robusto, con una poderosa mandíbula. Tenía un pico córneo, desdentado. Las extremidades posteriores son robustas, con pies tridáctilos dotados de dedos fuertes. Las manos tienen cinco dedos y presentan una característica disposición del pulgar que está constituido como un potente espolón. De los 5 dedos, tres estaban unidos con una especie de “almohadilla”, el pulgar era el famoso espolón (posiblemente usado para su defensa), que solo podía moverlo hacia los lados, y el quinto era mas largo y delgado y servía para arrancar los brotes de plantas o para arrancar las hojas de las ramas. Las manos están diseñadas para soportar peso durante la marcha. Sus patas traseras eran más grandes que las delanteras. La cola era rígida y plana, y le servía de contrapeso.
• Tipo de especie: * I. bernissartensis (Mantell, 1825).
• Longitud: De 6 a 11 metros dependiendo de la especie. Como media unos 9. metros.
• Altura: 5 metros aproximadamente.
• Peso: 5 toneladas aproximadamente.
• Edad: 150-100 millones de años (Jurásico superior al Cretácico inferior, concretamente desde el Kimmeridgiense al Albiense).
• Lugares donde se han encontrado: Bélgica, Alemania, Inglaterra, Rumanía, España (Europa), África del norte, Estados Unidos y posiblemente también en China.
• Alimentación: Herbívoro.
Su nombre se debe al parecido que tienen sus dientes con los de una iguana actual. Es uno de los tres primeros dinosaurios descritos y reconocidos como tales (los otros dos fueron el Megalosaurus y el Hylaeosaurus).
Sus primeros restos se encontraron por el año 1809, pero no fueron clasificados como tales. En 1822 la esposa de Gideon Mantell, la señora Maria Mantell, encontró varios dientes y huesos en Sussex, Inglaterra. El nombre de Iguanodon le fue dado por Gideon A. Mantell en 1825. Mantell reconoció la semejanza entre el diente del Iguanodon y el de la iguana moderna. Es uno de los dinosaurios más abundantemente y mejor representados en multitud de yacimientos, centenares de fósiles de Iguanodon se han encontrado en todo el mundo, especialmente en Bélgica, Inglaterra, Alemania, África del norte, y los E.E.U.U. La especie del tipo Iguanodon bernissartensis, recibió el nombre gracias a Boulenger y Van Beneden en 1881.
El primer fósil fue descubierto antes de que se conociera la existencia de los dinosaurios. En aquella época los científicos tuvieron que decidir el tipo de animal que era y a qué se podía parecer, y llegar a estas conclusiones implicó un trabajo duro. No había libros ni dibujos de dinosaurios, por lo que no es de extrañar, pues, que sus ideas nos parezcan raras. Para tener idea de cómo era, los científicos compararon los restos de los fósiles con animales vivos. En 1834 Mantell recibió parte de un esqueleto que todavía estaba en la roca. Después de estudiar el fósil, dibujó la figura del animal tal como se lo imaginaba, y cometió muchos errores, entre ellos el mas conocido, fue el de situar el espolón de su mano en el hocico de el Iguanodon. Richard Owen, el padre de la palabra dinosaurios, sabía mucho sobre animales y usó estos conocimientos para reconstruir el aspecto de los dinosaurios. Sus ideas de cómo era el Iguanodon diferían de las de Mantell. El dinosaurio de Owen tenía algunas partes tomadas de un cocodrilo, y otras más parecidas a las de un elefante o un hipopótamo, pero el espolón de las manos seguía todavía en el extremo del hocico. De hecho algunas esculturas echas basándose en los modelos de Owen, puedes ser aun vistas en algunos museos de Inglaterra.
El descubrimiento más espectacular de este tipo de dinosaurio, se llevo a cabo en 1878, en las profundidades de una mina de carbón, en Bernissart (Bélgica). Un total de más de 25 esqueletos completos o casi completos fueron extraídos y llevados a la superficie. El encargado de organizar el trabajo, fue el paleontólogo Louis Dollo. Este descubrimiento produjo un gran cambio en la forma de dibujar este dinosaurio ya que durante 25 años perduró la idea de Richard Owen como una criatura parecida a un robusto rinoceronte y con el espolón en el hocico. Tres años se tardó en desenterrar los esqueletos. Dollo fue capaz de descifrar muchos secretos en torno a este dinosaurio, incluyendo dónde estaba realmente situado el cuerno del hocico, esto hizo que se creara una nueva imagen de este dinosaurio, totalmente distinta a las anteriores. Ya no parecía un lagarto o un rinoceronte, ahora el Iguanodon de Dollo era gigante, estaba en posición erecta y caminaba sobre dos patas, el cuerno del hocico pasó a ser un gran espolón situado en las patas delanteras. Dollo suponía que el Iguanodon usaba la cola para sostenerse cuando se erguía sobre las patas traseras a fin de llegar a las ramas más altas. Esta imagen de un Iguanodon bípedo cambio cuando el paleontólogo David Norman llego a la conclusión, tras estudiar minuciosamente los esqueletos del Iguanodon, de que era un animal más bien cuadrúpedo. David Norman tuvo varias pistas que lo llevaron a esta conclusión. Estas pistas se verán más extensamente en el apartado locomoción.
El cráneo de Iguanodon es alto y robusto, con una poderosa mandíbula. Tenía un pico córneo, desdentado. Las extremidades posteriores son robustas, con pies tridáctilos dotados de dedos fuertes. Las manos tienen cinco dedos y presentan una característica disposición del pulgar que está constituido como un potente espolón. De los 5 dedos, tres estaban unidos con una especie de “almohadilla”, el pulgar era el famoso espolón (posiblemente usado para su defensa), que solo podía moverlo hacia los lados, y el quinto era mas largo y delgado y servía para arrancar los brotes de plantas o para arrancar las hojas de las ramas. Las manos están diseñadas para soportar peso durante la marcha. Sus patas traseras eran más grandes que las delanteras. La cola era rígida y plana, y le servía de contrapeso.
